El periodista gastronómico habló de la diferencia laboral que existe en el país comparado con los países europeos. También reconoció que “el 95% de los argentinos se desilusionan con la pizza italiana y eso es bueno”.
Pietro Sorba es un italiano que gracias a su trabajo vinculado al negocio gastronómico llegó al país por primera vez en 1988 y con el correr de los años, por cuestiones familiares (está casado con una argentina) decidió instalarse de manera definitiva en nuestro país.
En una entrevista distendida mano a mano con Fernando Carnota en Carnota 910 por radio La Red, el también periodista recordó cómo fueron sus primeros contactos con el país que hoy lo alberga y lo siente como su segundo país: “Uno de nuestros clientes desde noviembre a marzo tenía un crucero acá y viajábamos para organizar las provisiones”.
Su llegada el periodismo fue en 1992 cuando “vine con la idea de quedarme”. Al poco tiempo “una amiga de mi esposa que se llama Ana Torrejón, periodista muy reconocida que era directora de la revista Claudia me dice si quería escribir ya que me gustaba la comida. Así arranqué, de cadete casi, como corresponde”. Y su camino por este medio comenzó a crecer ya que después pasó a la revista Elle cuando “alguien de Clarín le preguntó a Ana Torrejón si había alguien para escribir, me probaron y quedé”.
A partir de allí, no sólo la gastronomía fue su pasión sino que también lo fue el mundo del periodismo. Hasta el momento lleva escrito 15 libros. “Cada libro es diferente, hay libros que tienen más suerte y otros menos. Al que mejor le fue, fue los 2 que hice de bodegones, tuvieron más venta”, recordó.
Haciendo una pequeña referencia a cómo se viven los momentos de tecnología comparado a la venta de libros explicó que “el mercado de la comunicación cambia con mucha rapidez, el trabajo de periodista y escritor cambió radicalmente y hay que adaptarse a las situaciones tomando los recaudos necesarios”.
Más allá de que su decisión de quedarse en Argentina fue porque “entendí que a los argentinos les cuesta más que a los italianos quedar lejos de su tierra”, también confesó que lo hizo porque “Argentina es un país en el que sigo convencido es un lugar en el que existen oportunidades interesantes a diferencia de Europa, allá las oportunidades son menores”. “Hay muchas cosas que hay que hacerlas, no digo que el país este atrasado, pero por extensión de territorio y población baja para el espacio”, sostuvo y agregó que en nuestro país “falta desarrollo, hay un mercado interno chico” ya que, haciendo una comparación con España, allá “tiene poco mercado interno pero tiene internacional con Italia, Francia y Alemania como países que entienden ciertos productos”.
Por otro lado, hablando puntualmente de la pizza italiana reconoció que “suele pasarle al 95% de los argentinos que se desilusionan; eso es bueno porque quiere decir que tienen su propia pizza. Buenos Aires, San Pablo, New York y Nápoles tienen su propia pizza”.
“Las pizzas acá no se deben hacer como en Italia, se deben hacer como queremos en Argentina. Los argentinos tienen su pizza con su identidad y deben hacer lo necesario para que sea lo mejor posible, no quedarse con una masa más o menos. Hay que trabajar para que la masa sea la mejor posible y que sea extraordinaria”, afirmó.
Por último, no se privó de hablar de fútbol: otra pasión que tiene en común los argentinos como los italianos. Se describió ser sólo hincha de Sampdoria ya que “en fútbol hay un solo amor” y que por eso acá “puedo disfrutar de todos los partidos”.
En cuanto al Mundial de Rusia que no contará con la participación de Italia, señaló que “este año hincho por Argentina” y dijo que “no puedo entender que Argentina tenga solo 2 mundiales”. “Tiene un talento desmesurado y debe ganar este año”, concluyó.